1962, María, 19 años, se siente atrapada, en una ciudad y en un tiempo que no son los suyos, que no son de las mujeres, o al menos de la mujer que ella pretende ser… Cuarenta años más tarde, en esa misma ciudad, viven Fernando y Nacho, fueron amigos en la Universidad, ahora se cruzan pero no se ven, ¿o es que no quieren verse? Ambos afrontan los primeros años de la pérdida de la juventud, la confirmación de una madurez que no resulta ser como la habían imaginado: el hombre y el trabajo, el hombre y la familia, el hombre y los amigos…
¿Es sólo una ciudad de provincias la que maniata a los personajes? ¿Es sólo esa ciudad donde se cruzan las vidas y las miradas, o son también los hombres? María lucha por su identidad con determinación, pero también con sus contradicciones. Unos años más tarde, Fernando y Nacho afrontan un presente para el cual no han sido preparados.
“Con unos personajes memorables, reúne las virtudes las grandes novelas y de los mejores cuentos” (Fernando Iwasaki).
“Hábilmente escrita, de estructura impecable, con personajes incómodos y profundos que nos obligan a posicionarnos frente a nosotros mismos” (Manuel Pimentel)
Texto escrito por Fernando Delgado en la presentación de la novela en Valencia.