Sobre La felicidad amarga han dicho:
‘La felicidad amarga’ arranca como un libro de relatos en apariencia independientes que atrapan el lector por sus personajes y su atractivo universo. Pero el libro lleva más lejos: al territorio de lo que en realidad es, una sugestiva novela de formación, de descubrimiento, de viajes al interior de uno mismo. Su autor, Pablo Martín Carbajal, ha conseguido además, gracias a la sagaz alternancia narrativa de la primera, la segunda y la tercera persona, contar una peripecia vital y hacer visible el trasfondo de la conciencia.” (Vicente Molina Foix)
“La felicidad amarga es un viaje que le dejará lleno de cicatrices, pero que también le mostrará la poesía de la vida, que es dura y la vez intensa, y nos cuenta que de algún modo todos hemos estado perdidos, no solo en el mundo, sino también dentro de nosotros mismos, aunque al final siempre encontramos algo hermoso, que nos reconcilia, nos reconforta.” (Ignacio del Valle)
“Una novela de personajes, no es fácil lograr una sólida caracterización del protagonista como lo consigues esta novela. Personaje de un relato de “aprendizaje y desarrollo emocional” que concluye con la sorprendente revelación final que arroja luz esclarecedora a todo lo anteriormente narrado. A destacar (como en las entregas anteriores del autor) el sabio uso de la mezcla de los narradores y, aún más, la eficacia de la concatenación de tiempos confluyentes. Creo que ahí se ve la mano del narrador de cuentos, porque cada capítulo es como un cuento cerrado que se van concatenando con las elipsis, con lo eludido y elidido, para crear aquello que dijo Heminghway que debía tener un cuento: que se pareciera a un iceberg y que debajo de lo que se ve, de lo que se muestra, subyaciera todo un mundo de insinuaciones y sugerencias. En cada uno de los capítulos, además del dominio técnico, late un poso de incertidumbre, de remota melancolía que, al cabo, justifica que la felicidad nunca es completa, que deja ese regusto amargo que se expone en el título. Ese regusto acibarado, esa perplejidad emocional, adquiere sentido en la carga reveladora con que acaba y se justifica el relato.” (Sabas Martín)
Sinopsis: Un viaje a Katmandú, unas muñecas rusas, un espejo roto…Rafa vuelve a su ciudad natal tras haber pasado unos años fuera, compra un pequeño apartamento en donde se instala solo. Entre cuatro paredes desnudas Rafa afronta su retorno: los amigos de siempre, quizás. La sonrisa distinta de su hermano, la llave que cierra el cajón de la abuela, lo que oculta un antiguo compañero de colegio… Matices, recuerdos, cerrojos, descubrimientos, decisiones y preguntas con los que Rafa va entrelazando un relato intimista que conforma el mapa de una supuesta felicidad.
***
Link a la novela en la página web de la editorial aquí
Primeros capítulos en pdf: aquí