Ayer viví una experiencia fantástica. Hace unos meses me contactaron de la ONCE de Asturias contándome que habían solicitado grabar en audiolibro Tal vez Dakar y que lo iban a leer/escuchar en su taller de lectura; me dijeron que si por casualidad pasaba por Oviedo que les haría mucha ilusión tener un encuentro conmigo. Yo voy encantado, les dije agradecido, y el encuentro tuvo lugar ayer. Fue un acto estupendo, después de la presentación de rigor estaban ansiosos por empezar con las preguntas, la primera la planteó un señor de unos sesenta años: ¿te pones alguna línea roja entre el sexo y el porno? -esto empieza bien- me dije. Y así continuaron durante más de dos horas, preguntando sin parar, manteniendo una conversación de mucho fondo sobre la novela. Después me tenían preparada una sorpresa, me leyeron las primeras páginas de Tú eres azul cobalto en braille (en la foto), y me dijeron que lo habían pedido para que lo grabaran en audiolibro también. Una vez terminamos me invitaron a cenar, fuimos a un restaurante cercano (yo guiaba del brazo a un señor que estaba convencido de que había un gazapo en la novela), y ahí siguieron, entusiastas, preguntándome sobre Tal vez Dakar y contándome sus vidas. Cuando me despedí al final de la cena me regalaron un aplauso fantástico y emotivo, ninguno me veía, pero en sus sonrisas, en sus expresiones de ojos huidizos, había un sincero agradecimiento; en mi sonrisa, en mi expresión y en mi mirada, también. Cuando ya estaba en el hotel pensé que no había sido un encuentro distinto a otros, hablamos de la novela y de cosas de cada uno, peculiar sí, pero no distinto… ¿O quizás sí?

Excelente vivencia,, caramba la foto de las primeras páginas de Tú eres azul cobalto en braille,, wao,, me causa mucha felicidad,,al saber que no hay fronteras…