(Artículo encargado por el programa Septenio 2010 para el proyecto “Once mensajes en una botella” Tema: Islas en el mundo, extensión máxima 350 palabras)
Si me preguntan si estas islas están en el mundo, yo diría que sí, estas islas están en los escaparates de las travel agencies, en las Reisebüros de toda Europa. En los versos del genial uruguayo Benedetti, escribe el poeta: París / Vallejo / Alberti / Santa Cruz de Tenerife / Roma / Marcel Proust / Pessoa / Baudelaire / Montevideo. En las canciones populares de Dakar: xaarma Ndakaaru Njaay ba Las Palmas jongama yaw laay xalaat (espérame hasta mi vuelta, sabes que desde Dakar hasta Las Palmas sólo pienso en ti mi amor).
Esto anterior, es, estar en el mundo; pero quizás, no es, que el mundo esté en nosotros.
Es difícil estar en el mundo cuando se te hace pesado coger el coche para desplazarte a treinta kilómetros de tu casa. Eso sucede en estas islas, uff, ¿ir a ver una exposición al Puerto de la Cruz?, ¡qué lejos! Es difícil estar en el mundo cuando los grupos de amigos se mantienen desde la juventud o la infancia, ¿quién dices que viene a la cena?, ¡pero si yo casi no lo conozco! Eso sucede en estas islas (y probablemente en todas). Es difícil estar en el mundo cuando uno está plenamente convencido, sin haber visto el mundo, de que vive en el mejor sitio del mundo: es difícil estar en el mundo así.
Somos pasivos habitantes del mundo, dejamos que muchos idiomas hablen de nosotros, pero nosotros no hablamos idiomas. ¿Qué es estar en el mundo? Estar en el mundo es ser frontera. En el siglo XXI no queda otra opción para los aislados que abrirse al mundo. El mulato Henry Lopes dice: yo soy «doscientos por ciento», cien por cien leche, cien por cien café.
¿No podríamos ser Canarias un «doscientos por ciento», un «trescientos por ciento»? ¿No sería el innegable atractivo que tiene Canarias en múltiples facetas un valor (valor, valor, valor, valor) seguro para estar en el mundo además de que el mundo esté en nosotros? Canarias en su sentido holístico (un sistema no puede ser explicado por las partes que lo componen por si solas, sino como un todo). ¿Por qué no un ambicioso proyecto de capitalidad cultural promovido por una Canarias holística?
Foto superior: acrílico y tinta sobre papel de Francisco Armas Padrón, 1970, El Hierro. Incluido en “Once mensajes en una botella”
Totalmente de acuerdo Pablo, buena reflexión. La isla es un espacio geográfico limitado que tiene la capacidad de limitar la visión de sus habitantes. Es la forma de sobrevivir mucho me temo. Así lo “sufrí” yo, y una vez acostumbrado, ya no “sufro” más. Como diría un gran filósofo canario, “eso es así”.
Yo ahora sí sufro, quizas porque nuestro situación actual es completamente distinta. Gran filósofo canario, por cierto.