La historia de A, B, y C.

seligman(Hace 8 años que escribí este post, siempre ha sido uno de los que más ha gustado, lo recupero hoy añadiendo abajo la foto que lo generó).
En el despacho de casa de A, colgada con una chincheta en un corcho sobre la pared, hay una foto de nosotros dos; debemos tener la misma edad que el hijo de A tiene ahora, porque en el primer plano -yo con el brazo por encima de su hombro-, nos miramos de perfil y llenan la imagen nuestras sonrisas, la suya asintiendo, la mía abierta de niño desdentado. El hijo de A -que se llama a-, me dice con su vocecita que el ratoncito Pérez le había dejado un billete de cinco euros, y yo le respondo que, cuando a su padre y a mí se nos caían los dientes, el mismo ratoncito Pérez nos dejaba una moneda de cinco duros; a me ha mirado hacia arriba con los ojos abiertos sin entender muy bien…

 

A y yo vivíamos en el mismo edificio, un día él se mudó para una ciudad y yo para otra aunque nunca nos fuimos del todo; quizás A haya tenido mucho que ver con que yo comenzara a escribir porque durante muchos años nos enviamos unas cartas largísimas que los dos esperábamos con gran expectación. Hablábamos de las pelis que íbamos a ver al cine, de nuestros equipos de baloncesto, de los amigos del cole, del primer disco que habíamos comprado… Un día, en una de esas esperadas cartas, A me contó que le gustaba una chica de clase que se llamaba B. Yo la conocí unos años más tarde, un verano, apenas cumplida la mayoria de edad, que fui a Madrid y quedamos los tres para ir a un concierto de Los Secretos. Para A, para B, y para mí -que me llamo C– Los Secretos era nuestro grupo favorito, y como no podría ser de otra forma, lo pasamos como lo pasan los muchachos de dieciocho años en los conciertos.

 

Cada vez que nos vemos siempre acabamos hablando de la química -es uno de los temas preferidos de B-; la química: la eficacia, la ilusión y la empatía reaccionan invisiblemente cada vez que los tres nos volvemos a encontrar al cabo de unos cuantos meses quizás un año, y nos ponemos al día de las novedades. Yo siempre he escuchado las suyas con admiración, desde el día en que me desplacé desde Bruselas para su boda, los años en los que A y B han ido compartiendo todo (y cuando digo todo, es todo), después el nacimiento de a, un poco más tarde el de b (que es igualita a B por cierto), etcétera, etcétera…, dos largos y deliciosos etcéteras.

 

Y es que entre ellos dos todo parece tan fácil, como si el amor y la pasión sí fuesen de verdad eternos, como si fuese así de idílico para todo el mundo… Hace una semana me mandaron un sms diciéndome que estaban en el concierto del veinte aniversario de Los Secretos, que me echaban de menos cantando aquellas canciones que muchas veces tatareamos juntos y que nos acompañaron en una juventud de la que ya hace algunos años nos empezamos a despedir. Unos días más tarde, de paso por Madrid, volvimos a quedar; me contaron que acababan de regresar de Fuerteventura (los niños encantados con los abuelos) donde habían compartido, una vez más, la mejor semana de sus vidas, inolvidables paseos abrazados descalzos por la playa. Al regresar a casa, el primer día después del trabajo, B se encontró con un ramo de flores y una nota que le había escrito él, a ella se le rayaron los ojos al leerla, y a mí, al escucharla de sus labios.

 

Escribe algo sobre nosotros -me dijo B al despedirnos- y yo me quedé pensando en la foto que podría acompañar este post, enseguida me acordé del libro de Seligman que tenía en la estantería de casa, con ese título tan adecuado impreso en letras enormes. Quizás lo que ellos no sepan es  -además de la alegría compartida-, el sentimiento de desazón, que esa auténtica felicidad, tan palpable, pueda causar en algunos otros…

(Aquella fotografía)

a y b

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10 comments

  1. Leyendo este relato tan estremecedor me encantaria ilusionarme imaginando que pudiese introducirme dentro de la historia como un posible D o F, y que por un momento,mi foto tambien estuviese en el corcho junto con A y B compartiendo tantos momentos entrañables. Así, podria decirles a A y B que lo que C relata sobre ellos de una forma tan bonita, D o F lo ha sabido siempre.Y tambien podria decirle a C que la amistad tan especial de los tres, es de las que no se acaban y esto A y B tambien lo han sabido siempre, incluso antes de que C escribiese su relato..Y por eso al leerlo han vuelto a ser conscientes una vez mas de lo afortunados que son. Me ha encantado, un abrazo a los tres

  2. Amor, amor, amor. A y B se aman. No sólo se corresponden, también se entienden, son pura armonía. Dos que son uno, tres que son uno… Una pareja, una familia unida. Los “condenados” a vivir amores difíciles, tormentosos, miramos con sana envidia a esos “perfectos enamorados”. Pero aun en medio de esa continua lucha que supone amar al “polo opuesto”, el amor es bello! Mi tranquilidad es saber que siempre encontraré refugio en la serena amistad de C.

  3. Todos aspiramos a la felicidad compartida con la persona que amamos, a ser posible, para siempre. Y a veces se tiene el privilegio de hacer posible el amor y la pasión en una relación sólida y duradera, de poder ser feliz durante toda una vida, invadidos por un sentimiento de ternura y complicidad que hacen que parezca indestructible, aunque en el fondo sepamos que es tan, tan frágil…y tengamos tanto miedo a perderlo…y reconocernos como seres normales y corrientes, siempre buscando el amor perfecto. No es sólo cuestión de suerte, o una buena jugada del destino, es saber darte cuenta de ello en su momento y no dejarlo pasar, y es cuidarlo después a diario, como quien mima una delicada flor que no puede perderse pase lo que pase. Precioso tu texto, Pablo. Precioso ese amor. Y preciosa la amistad que lo acompaña. Querido amigo, no olvides que es posible. Un beso.

  4. Pablo, he de decirte que, como la mejor amiga que soy de B, no te has equivocado ni un poquito en esa historia tan preciosa que has contado. Es totalmente cierto. El amor que se tienen los dos y que mantienen a lo largo de los años es, cuanto menos, envidiable y te llena de felicidad, sobre todo a los que estamos muy cerca de ellos y les conocemos bien… Comparto contigo ese sentimiento de desazón, aunque por otro lado, me llena de esperanza y alegria pensar que ese amor realmente existe. Gracias, A y B por formar parte de mi vida

  5. Tras leer la historia de Pablo, sensible y nostálgica, mi corazón tiembla… me estremezco y sueño… … por un momento, entro en su relato e imagino que soy A y pienso en los B y C de mi vida, sin poder evitar decirles, temblando aun, desnudo para ellos, lleno de emoción y con toda la sinceridad de la que soy capaz: Querida B, si algo nos une desde… ¿siempre? , es, amor, amor con mayúsculas, construido con dialogo y complicidad (complicidad, que bonita palabra) amor, que no crece solo, ni es eterno si no es cultivado. No es un gran esfuerzo, debe ser natural sencillo y diario. Amor, basado en el hecho de haber conseguido entender (muchos no lo consiguen), que todo aquello y aquel que haga feliz a B, haciéndole la vida mas interesante y agradable, hará feliz también a A y al revés. Amor basado en la amistad (palabra clave en mi vida y una de las razones por las que gira el mundo, nuestro mundo). Querida B, como decía…un día nos encontramos, ¿Azar, suerte? y desde entonces, construimos amor diariamente. Dice Pedro guerra que, (léase con cierta musicalidad): “hay que aprender a madurar el amor, dejar volar el amor y que respire el amor, todo el amor del amor. Hay que aprender a recoger el amor, desmenuzar el amor, no hacer altares de amor, bajar al suelo el amor…” Siempre juntos B. Querido C, si algo nos une desde hace tanto tiempo, es el hecho de compartir desde la infancia (cuanto marca) experiencias clave de nuestras vidas, que hacen que pasados tantos años, A y C… y después B compartan, algunos de esos momento que merece la pena vivir, que hemos saboreado juntos y que hacen de C, una persona única para nosotros….La amistad C, tampoco crece sola, ni es eterna si no es cultivada. Para ello, es necesario pulsar el sentir del amigo ocasionalmente, tantear sus emociones, interesarse por sus proyectos y compartir sus inquietudes (cambiantes). Solo así, C, las relaciones son eternas y crecen paralelas y sin desequilibrios. Mi esperanza es que eso sea así…y como decía Tim Robbins a Morgan Freeman, en la película cadena perpetua:”Recuerda C, que tener esperanza es algo bueno, quizá lo mejor de todo y las cosas buenas no mueren nunca”. Gracias por existir C.

  6. Acabo de leer la historia de A y B y me he emocionado profundamente porque me veo completamente reflejada, es casi como si me la hubieran escrito para mi, es maravilloso encontrar al amor de tu vida, yo le encontré hace 22 años y desde entonces hemos compartido todo, hemos crecido y madurado juntos, hemos tenido 2 hijos que nos tienen emocionados y a pesar de los años nos seguimos amando no como el primer dia, sino más. Gracias Pablo por este delicioso texto que me ha hecho identificarme con la historia de A de B y de C, me ha reconfirmado que el amor existe y la amistad también, yo también tengo la suerte de tener amigos como C

  7. Mi querido amigo Pablo, cuando A y B lean este escrito, además de ver como tienen un amigo, también muy especial, que escribe, además de calidad, con mucha sensibilidad, se sentirán tremendamente orgullosos de C, que como ellos se emociona y se acuerda, con alegría y nostalgia, de aquellos momentos en que compartían tantas cosas. Felicidades y un fortísimo abrazo.

  8. Saber si el amor y la pasión son eternos, mi querido Pablo sólo lo comprenden y lo viven los elegidos. Pero para saber bien si se puede conseguir no es tan difícil, yo hoy leyéndo la historia de A y B he sentido que puede ser posible. Lo bonito ha sido describir lo que los dos sienten visto a través de los ojos de C, a través de la nostalgia de la foto que nunca se guardó en un álbum. Ella es la verdadera protagonista de esta bella historia. Enhorabuena a los tres.

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