Amor, compromiso… Molina Foix

vampirocallemejicoPor ahí hay un dicho, un axioma, una frase hecha o una sentencia que dice que los homosexuales son promiscuos. No es cierto. El promiscuo es el hombre, y cuando se junta hombre con hombre, promiscuos con promiscuos, se inicia una bola de nieve que gira, gira y gira… Ésto (sin que deba generalizarse), podría ser lo que le ocurre a Juan Borrás, el protagonista de la original y ocurrente novela El Vampiro de la calle Méjico (de Vicente Molina Foix, Premio Alfonso García Ramos 2002). Ahora bien, ¿es compatible esa promiscuidad con el amor?, qué coño el amor, ¿con el compromiso? Amor, compromiso… ¡uf!, aquí hay para escribir una tesis, inabarcable en este breve post.

Independientemente de lo anterior, he aquí una secuencia de una posible historia de amor rescatando algunas breves e incisivas frases de esta novela (y que quizás no tenga nada que ver con el hecho de que ese amor sea homo o hétero):

«Ilusión amorosa. Muy distinta del amor. La ilusión es cuando empiezas con alguien, follas con él, te gusta, tú le gustas, aún no se han prometido nada, y la cabeza está vacía de compromisos y llena de sueños. Un día se dicen las palabras obligatorias, con más o menos originalidad, según seas tú y tu pareja, y empieza el amor estable, que es otra cosa».

«Tú aún no lo sabes, pero te vas a acostar conmigo y una porción de gente que pasó antes por mí. Y si te atreves a quererme, quiéreme con ellos a cuestas».

«Tú eres como yo. Crees amar y haces creer al otro que lo amas. Sabes hacer feliz. Pero eso no es el amor».

«Le abrazaba, le besaba, le acariciaba. Ya no le deseaba, ni él me pedía a mí el débito conyugal. Éramos un consorcio benéfico de antiguos amantes».

No sé a ustedes, pero al menos a mí, me da de pensar…

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2 comments

  1. Siempre dí por hecho el tema de la promiscuidad homosexual. ¡¡ Toda la razón del mundo !! Es el varón, no el homosexual el que es promiscuo por naturaleza. ¿Cosas de la naturaleza ? Habrá supongo, una explicación científica por la testosterona causa esas circunstancias. O al menos eso se dice.

    • No den nada por hecho, todo lo que nos rodea, incluidas nuestras ideas preconcebidas sobre lo que debe ser un hombre o una mujer, un heterosexual, un bisexual o un homosexual, son construcciones socioculturales que hay que cuestionar, deconstruir y reinventar. “La construcción sociocultural del amor romántico” Coral Herrera Gómez. Editorial Fundamentos.

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